Un clima festivo se vivía entre los integrantes de la caravana que rodeaba a Germán Alfaro durante el trayecto al hotel Carlos V. Cantos de cancha y alguna frase dirigida al vicegobernador a cargo del Poder Ejecutivo, Osvaldo Jaldo, eran parte del festejo. Toda la algarabía se calmó cuando llegó información nueva a los oídos de Alfaro, que en ese momento caminaba emocionado: “está la gente de Assan en la plaza”, le advirtieron al intendente. ”¿Dónde?”, preguntó. “En la plaza Independencia”, repitieron.
La intención entonces era clara: evitar el conflicto. Por eso Alfaro optó por doblar hacia el oeste, en 24 de Septiembre y 9 de Julio, para continuar el camino por calle Muñecas.
En ese momento tampoco se permitió cantar canciones que pudieran generar fricciones con los militantes del partido oficialista. “¡Germán Alfaro, gobernador!”, decía uno de los cantos que Rodolfo Ocaranza, secretario de Gobierno de la Municipalidad, debió callar a los gritos. “Eso no cantemos, vamos tranquilos muchachos. Eso no”, dijo, visiblemente enojado. “Nosotros somos buenas noticias, no malas. No generemos problemas”, enfatizó.